Curas en México: Abusos y amparos en nombre de Dios

septiembre 30, 2025 · admin

Le sucedió saliendo de la escuela. Él recuerda que llegó al templo para avisar al cura que ya no apoyaría más en las labores de la iglesia; pero el abuso al que sobrevivió fue cometido en la casa parroquial del padre Felipe Guzmán. Corría el año 2015. “Me voy a quedar solo”, dijo el sacerdote Felipe, intentando chantajearlo cuando conoció la decisión del muchacho. Conversaban en la casita contigua a la iglesia, donde viven muchos sacerdotes en México.

Luego el padre Felipe se puso violento: le dio aventones y jaloneos de ropa. Cuando sintió las manos del agresor, el joven de 16 años entró en estado de shock y apenas atinó a preguntar: “¿Por qué hace eso?”.

“Es un juego”, respondió el sacerdote, que ya tenía el semblante adusto. El padre Felipe lo aventó contra el sillón y se le abalanzó encima, tomando sus manos a la fuerza. “Sentía que no podía agredir físicamente para defenderme”, porque el agresor era un sacerdote y, en teoría, estaba cerca de Dios.

Cuando Guzmán terminó el asalto sexual, le pidió un taxi y lo acompañó a la salida como si nada hubiera pasado. El joven caminaba, pero seguía en shock. Pasados los meses, se enteró de que el padre Felipe seguía preguntando por él, lo que le hizo sentir terror. Finalmente, contó a sus padres lo que el cura le había hecho y fueron a la iglesia a confrontarlo.

Entre pretextos, el cura reconoció que lo sucedido “fue una tentación del demonio”. Estos relatos forman parte de 21 expedientes judiciales que MILENIO pudo revisar, procesos contra sacerdotes de la Iglesia Católica mexicana que abusaron de niños y jóvenes durante los últimos 20 años (2005 – 2025).

En el buscador de sentencias del Poder Judicial se localizaron 17 amparos presentados por los curas acusados y cuatro por familiares de víctimas de violación equiparada, pederastia y corrupción de menores. En 14 casos, las autoridades judiciales les negaron el amparo de la justicia y en tres se los concedieron.

La mayoría de las víctimas eran niños cuyos familiares confiaron en los curas para que los convirtieran en monaguillos. Se encontraron al menos tres casos en los cuales los niños tenían apenas siete años cuando fueron violentados. Los estados donde se cometieron los delitos incluyen: Estado de México, Nuevo León, Querétaro, Puebla, Nayarit, Jalisco, Chihuahua, Tabasco, San Luis Potosí y Guanajuato.

Los primeros casos de abusos que aparecen en el sistema de búsqueda del Poder Judicial de la Federación se remontan a 2005, aunque las denuncias se hicieron muchos años después. Entre los expedientes judiciales hay otro patrón en las violaciones cometidas por sacerdotes: muchos crímenes se cometieron en casas hogar, que debían funcionar como lugares seguros para niños desprotegidos.

Un caso notable es el de Hogar Florecitas, donde una niña de 12 años aseguró que fue abusada por el sacerdote Ramón Lázaro Esnaola. Según el testimonio, el sacerdote acudía a la casa hogar y en varias ocasiones abusó de las niñas bajo la excusa de darles cariño.

Cada caso es más brutal que el otro. Los niños relatan cómo confiaron en estas figuras de respeto, que abusaron de ellos de formas inenarrables. En México no existen cifras oficiales que permitan dimensionar la magnitud del abuso sexual cometido por sacerdotes de la Iglesia Católica. En 2020, la Conferencia del Episcopado Mexicano reconoció que en la última década se han investigado 271 casos de abusos contra menores, pero la iglesia admite no contar con un registro del número de víctimas.

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